Pese a tratarse de uno de los países que actualmente presenta unos mayores niveles de represión, abusos y vulneraciones de derechos humanos contra la población, Filipinas no acostumbra a aparecer en los medios de comunicación más allá de aquellas ocasiones en que alguna catástrofe natural (un tifón, por ejemplo) ha provocado trágicos daños en el territorio.
Tampoco ocupa una posición prioritaria en el radar de las instituciones y organizaciones no gubernamentales que trabajan en el ámbito humanitario y de la cooperación internacional.
Continúa siendo, por el contrario, un país bastante desconocido, altamente condicionado por su lejanía respecto del Norte global, tanto en términos geográficos, como históricos y políticos.
Es ante esta realidad y, como consecuencia del trabajo que la Associació Catalana per la Pau e International Action for Peace han venido desarrollando con Filipinas en los últimos años (especialmente a través de su entidad socia Karapatan), que nace humanrightsphilippines.org: un microsite concebido como fuente de información en constante revisión que, desde el análisis y la reflexión, quiere proporcionar una visión panorámica del estado en que se encuentran hoy en día los derechos humanos en este país.
De manera todavía más específica, el estudio realizado y los materiales elaborados se centran en informar sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos durante la legislatura de Rodrigo Duterte (2016-2022) y en proporcionar algunas perspectivas sobre la secuencia que se abre bajo el nuevo mandato de Marcos Jr. y Sara Duterte.
La web está disponible en tres idiomas: catalán, castellano e inglés.
Además del diagnóstico principal y los informes, incluye también una serie de recursos complementarios, como por ejemplo una línea cronológica con los principales hitos históricos; una selección de casos reales de defensoras asesinadas en los últimos tiempos; o un glosario de términos especializados que tratan sobre derechos humanos.
“¡Matadlos a todos!”
Esta frase de Rodrigo Duterte, que gobernó Filipinas hasta el pasado mes de mayo, es bastante definitoria del grado de impunidad en que ha vivido inmerso el país en los últimos años.
La ‘guerra contra las drogas’ impulsada por el expresidente, en realidad una persecución general y sistemática de las personas empobrecidas y las franjas más vulnerables de la población, se ha cobrado oficialmente 8.663 vidas, pero la mayoría de las entidades y organizaciones de derechos humanos calculan que la cifra real sería al menos el triple.
La gravedad de la situación llevó a la ex fiscal en jefe del Tribunal Penal Internacional (TPI), Fatou Bensouda, a realizar un examen preliminar sobre Filipinas. Las conclusiones, presentadas el 12 de abril del 2021, establecen que hay “fundamentos suficientes” para considerar que se cometieron crímenes de lesa humanidad en el marco de la ‘guerra contra las drogas’, entre el 1 de julio del 2016 y el 16 de marzo del 2019.
Las personas defensoras de derechos humanos han sido uno de los públicos diana de las políticas represivas de Duterte. Según Amnistía Internacional, las activistas y defensoras han sido, y siguen siendo, víctimas de homicidios, detenciones, amenazas y acusaciones arbitrarias. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU documentó al menos 248 casos de defensores y defensoras de los derechos humanos, profesionales de la abogacía, periodistas y sindicalistas asesinadas en Filipinas en relación con su trabajo entre 2015 y 2019.
Además, la persecución sistemática de las defensoras se lleva a cabo, en medio de un clima ultra autoritario, a través del fenómeno de red-tagging, que consiste, por parte de las fuerzas armadas, las unidades paramilitares y las fuerzas policiales, en la estigmatización y el etiquetado público (como “terroristas“) de todas aquellas personas que expresan críticas o desacuerdos con las políticas oficiales.
Después de las elecciones del 9 de mayo del 2022, en las que ganó el tándem Marcos/Duterte (Bongbong Júnior, hijo del exdictador Ferdinand Marcos, y Sara Duterte, hija del presidente saliente, como vicepresidenta), unas elecciones ampliamente desacreditadas por las numerosas irregularidades cometidas, se establece la continuidad entre ambos regímenes.
Una continuidad que no deja lugar a dudas sobre la situación de las libertades, los derechos humanos y el estado de derecho Filipinas en el futuro inmediato.
Un esfuerzo coordinado para situar a Filipinas en el mapa
Este proyecto, liderado por la Associació Catalana per la Pau e International Action for Peace, ha sido posible gracias al trabajo de Karapatan, y en particular de sus organizaciones miembro National Union of People’s Lawyers (NUPL) y Union of People’s Lawyers in Mindanao (UPLM), y de la organización belga Viva Salud.
Además, han sido de mucho valor los testimonios de las integrantes de dos delegaciones de defensoras filipinas en el exilio en Europa (España, Bélgica, Alemania y Holanda) que recibimos en Barcelona entre los meses de febrero y mayo del 2022, en representación de diferentes organizaciones de derechos humanos en Filipinas y Europa.
Finalmente, hemos contado con el apoyo de la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, en el marco del Programa ‘Promovemos los ODS, defendemos a las defensoras’.
Esperamos que la web sirva para animar a más entidades y organizaciones a unir sus esfuerzos, para crear una red fuerte y eficaz en el trabajo por la cooperación y la educación sobre la justicia global en Filipinas.
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miércoles, 13 noviembre 2024