Durante los últimos años, desde la Associació Catalana per la Pau hemos intensificado nuestras colaboraciones y sinergias con el sector cultural, porque pensamos que es un excelente medio para sensibilizar a la sociedad en temas de derechos humanos y solidaridad. Es por esta razón que hemos tenido un noviembre lleno de actividades para acercar, en este caso, la cultura kurda a la ciudadanía.

Del 21 al 24 de noviembre hemos organizado unos talleres de música tradicional kurda dirigidos a estudiantes y profesorado de varios centros musicales. Fadime Polat y Baran Sarı, músicos y fundadores del Aryen Art Centre de Van, en el Kurdistán Turco, han sido los encargados de dinamizar los talleres. Concretamente, los talleres se han llevado a cabo en la Escola de Música de Sant Feliu de Llobregat, la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC), el Taller de Músics, el Conservatori de Música de Sant Cugat y el Conservatori de Música de Manresa.

Esta actividad, que se enmarca dentro de la iniciativa Som Constructores, pretende acercar el Kurdistán a la ciudadanía catalana, dando a conocer su situación de vulneración de derechos culturales mediante su cultura con la música.

Fadime Polat nació en la frontera entre Turquía e irán el 1994. Es hija de una familia que fue condenada a muerte por el régimen iraní y que se vio obligada a emigrar a Turquía.  Fadime Polat siempre ha tenido un gran interés por la música kurda, pero desgraciadamente estaba prohibida en Turquía. Es por esta razón que, durante los procesos de autogobierno del 2015, aprovechó para formarse en música tradicional kurda al MKM-Centro Cultural de la Mesopotamia. Polat completó su formación en fabricación de instrumentos en Irán, y cuando volvió a Turquía fundó su empresa donde produce la erbane, un instrumento kurdo. También es cofundadora, gerente y coordinadora del taller Aryen Art Centre.

Baran Sarı es originario de Van, donde nació el 2015 en una familia de siete hermanos. Uno de ellos, el más grande, el 2015 se unió al movimiento por la libertad contra la opresión del pueblo kurdo, y fue asesinado por las fuerzas estatales al cabo de dos años. A pesar de sus aspiraciones de convertirse en abogado y de trabajar como profesor de educación física, la educación musical que recibió al MKM-Centro Cultural de la Mesopotamia hicieron cambiar de rumbo su trayectoria profesional para dedicarse plenamente al arte, la cultura y la música. De este modo, el 2019 también participó en la fundación del taller Aryen Art Centre.

El Aryen Art Centre es una entidad cultural kurda que trabaja en el ámbito de la música y el arte y ofrece educación artística cultural en la lengua kurda. A través de sus diversas formaciones, el centro busca acontecer un mecanismo de difusión del bagaje cultural y artístico de la región del Kurdistán. Después de más de dos décadas de prohibiciones y obstáculos por parte del estado turco, el centro cultural persiste en su lucha para continuar operando, siendo uno de los únicos centros artísticos que está en funcionamiento en la región.

Tanto Baran como Fadime consideran que a lo largo de los diferentes talleres que han dinamizado han conseguido dar a conocer y hacer entender las melodías y ritmos de la música kurda. “Estos talleres han demostrado que la música es un lenguaje global, nos hemos entendido muy bien entre todos”, asegura Fadime haciendo un balance de cómo han ido las actividades, y añade que “es importante utilizar la música como un lenguaje común para conocer los sentimientos, los dolores y las felicidades de las personas”.  Por su parte, Baran también cree que el resultado de los talleres ha estado muy positivo y que “los alumnos han acabado muy contentos”, sobre todo porque “cuando un extranjero canta tus canciones te sientes feliz”.

Vols rebre el nostre butlletí?