A pesar de tener una tasa de pobreza importante (el 26,5% de la población vive por debajo del umbral de pobreza, incluyendo a 10 millones de mujeres), Filipinas se sitúa en una posición relativamente buena en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), especialmente en comparación con otros países del sudeste asiático.
El país presenta grandes diferencias en ingresos y calidad de vida según las diferentes regiones. Las desigualdades sociales son abundantes y afectan más a los pueblos indígenas, los pescadores, las mujeres y el sector informal.
Su ubicación geográfica hace que sea extremadamente vulnerable a los desastres naturales, especialmente terremotos, ciclones y riesgos volcánicos. Los conflictos armados de larga duración en Mindanao y otras partes del país y el impacto negativo de los efectos crecientes del cambio climático dificultan actualmente el desarrollo sostenible e intensifican la pobreza.
En Filipinas, un país de más de 100 millones de personas, el paso de tifones (como el supertifón Hayan, que en 2013 afectó sobre todo a las zonas de Samar, Layte y Capiz) agrava la situación de estos sectores más empobrecidos y vulnerables.
Para hacer frente a emergencias como esta, desde la Associació Catalana per la Pau apoyamos a diferentes organizaciones locales que trabajan en el ámbito de la acción humanitaria.


(imágenes Ana P. Santos/IRIN, David Doyle/IRIN)