Visto el impacto que la epidemia de la Covid-19 está teniendo sobre los sistemas de salud de los países ricos es fácil prever los efectos devastadores que puede ocasionar en las zonas más empobrecidas y vulnerables del planeta, donde los servicios de salud son mucho más precarios; las economías, más informales y frágiles y donde millones de personas sobreviven diariamente en medio de la pobreza estructural.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) la ha descrito como la peor crisis global desde la Segunda Guerra Mundial y ha resaltado que una pandemia global de estas características precisa de una respuesta internacional común y coordinada para hacerle frente. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la ha calificado de “crisis sanitaria, económica, humanitaria y de desarrollo” y ha anunciado el riesgo de perder hasta dos décadas de adelantos en desarrollo en muchos países empobrecidos si no se coopera de manera efectiva.

Ante esta situación, las organizaciones que nos dedicamos a la cooperación al desarrollo y a la acción humanitaria tenemos el reto de contribuir a mitigar las consecuencias de esta emergencia, apoyando, como siempre, a las personas más vulnerables.

Cada uno de los países en que trabajamos se enfrenta a otros problemas y esto provoca que la lucha contra el virus sea todavía más difícil que en Europa. La pobreza, el acceso insuficiente al agua potable, sistemas de salud debilitados o situaciones de conflicto armado hacen que el acceso a los equipamientos sanitarios y a la atención médica resulte más complicado. La inversión en prevención es, por lo tanto, la primera prioridad. A esto es a lo que hoy dedican nuestros socios toda su energía.

La Associació Catalana per la Pau, la Associació Catalunya-Líban y la Associació Acció Internacional per la Pau – IAP Catalunya hemos puesto en marcha conjuntamente una campaña de sensibilización y captación de fondos dirigida a diversos países: Colombia, el Líbano, la República Democrática del Congo y Malí. Países donde las tres entidades trabajamos desde hace muchos años y donde nuestra acción coordinada con los socios locales (Corporación Alterpaz en Colombia, Secours Populaire Libanais en el Líbano, Etoile du Sud en la República Democrática del Congo y AMSCID en Malí) nos asegura poder ofrecer una respuesta adecuada a las necesidades reales de las poblaciones afectadas.

Luchar contra la pandemia es también luchar contra la pobreza