Palestinian Medical Relief Society (PMRS), entidad socia de la Associació Catalana per la Pau, ha difundido un informe en que pone de manifiesto la situación de violencia y vulneración de derechos humanos a que es sometida la ciudadanía de Palestina en la Franja de Gaza, así como sus equipos médicos instalados en la zona.

En los últimos nueve meses, 251 palestinos y palestinas -47 de los cuales eran menores- y una médico voluntaria han sido asesinados a manos del ejército israelí en la Franja de Gaza. La reiterada violencia que ejercen las fuerzas de seguridad de Israel sobre el pueblo palestino se empezó a incrementar ahora hace nueve meses, el 30 de marzo de 2018, cuando la población de Palestina salió a manifestarse pacíficamente alrededor de la valla perimetral de las fronteras orientales de la Franja de Gaza.

Informe PMRS GazaEstas manifestaciones, conocidas como La Gran Marcha del Retorno, pretenden denunciar los casi once años de bloqueo impuesto en la Franja de Gaza y conmemorar la Nakba. Durante todo este período, los ataques israelíes también se han dirigido hacia los equipos médicos palestinos de PMRS, que han costado la vida de una joven voluntaria; motivos por los cuales la entidad se ha decidido a hacer un llamamiento internacional a la condena de las actuaciones israelíes.

A pesar de que la ciudadanía palestina se ha expresado en protestas pacíficas, la respuesta de Israel ha sido un “uso excesivo de la fuerza, ejemplificado con el lanzamiento de munición, balas de goma y latas de gas lacrimógeno, que ha provocado centenares de muertes y decenas de miles de heridos, muchos de los cuales tendrán que hacer frente a discapacidades permanentes”, según recoge PMRS en su informe. En concreto, según el Ministerio de Salud de Palestina, durante estos nueve meses 26.797 personas civiles han sido heridas (2.090 mujeres y 24.707 hombres), 4.603 de las cuales eran menores de edad, y a 113 se les ha tenido que amputar algún miembro, 25 de los cuales eran niños.

Además de los heridos, la reacción del ejército israelí también ha costado la vida a 251 personas (246 hombres y 5 mujeres) y ha puesto en riesgo la asistencia médica en la zona. Y es que PMRS también ha querido remarcar las difíciles condiciones con que tienen que lidiar sus equipos médicos cada día.

Para hacer frente a la emergencia médica que se requería en la zona y poder atender en primeros auxilios a los heridos, la sociedad movilizó a 65 paramédicos y 8 equipos móviles de salud que han atendido, desde el inicio de las protestas, a 5.017 víctimas: 3.799 por inhalación de gas, 1.000 por heridas de bala, 218 por balas de goma, y las 342 restantes tuvieron que ser trasladadas a centros de estabilización traumatológica.

Fundada en 1979, PMRS es una organización de base comunitaria que desarrolla programas de salud con énfasis en la prevención, la educación, la participación comunitaria y el empoderamiento de las personas.

Actualmente, desde la Associació Catalana per la Pau trabajamos con PMRS para apoyar esta emergencia humanitaria, a través del proyecto ‘Asegurar la protección y el acceso a la salud de la población afectada en la Franja de Gaza’, que cuenta con la financiación del Ayuntamiento de Barcelona.

El informe también ha servido para dar a conocer la alarmante situación de presión y amenaza bajo la cual viven las personas voluntarias vinculadas. En estos nueve meses, 580 profesionales han sido heridos por ataques israelíes, que también han atacado en 94 ocasiones las ambulancias de la organización. Los ataques israelíes a los equipos médicos causaron 57 heridas a 31 profesionales y provocaron la muerte de una joven voluntaria, Razan Al Najjar.

Razan Al Najjar, de 21 años, fue disparada y asesinada por un francotirador israelí mientras intentaba socorrer en primeros auxilios a los manifestantes heridos a Khan Yunis. Pero, tal y como remarca PMRS, aquella no era la primera vez que Al Najjar era el blanco de los ataques israelíes, sino que había sido herida en otras dos ocasiones: “El 20 de abril, en un pie a raíz del impacto de una bala de goma; y el 28 de abril, golpeada directamente por un contenedor de gas en el pecho que le provocó quemaduras”, expone el informe.

En el documento, PMRS se lamenta por la muerte de la joven y pide que Israel sea responsabilizado de este y de todos los crímenes que está cometiendo en la zona porque, tal y como recuerdan, atacar a personal médico y a población civil desarmada es un crimen de guerra reconocido en el Derecho Internacional Humanitario.

Para hacer todavía más visible su denuncia, la entidad ha producido un cortometraje que destaca la violencia y la vulneración de derechos cometidos por israelíes contra los equipos y las instalaciones médicas palestinas en los últimos diez años.

De hecho, el documento también detalla la complicada situación en que se encuentra el sector sanitario en Gaza, el cual se afana en dar respuesta a la “repentina, extrema y significante necesidad de servicios de emergencias médicas” que hay en la zona. Pero la situación ya era límite antes de que se iniciaran las manifestaciones: “Ya había carencia de electricidad y una carencia crónica de medicación y suministros esenciales; que ahora, a raíz de la masiva aglomeración de individuos, ha provocado que las personas que requerían una atención médica de seguimiento, fueran dadas de alta de manera prematura”.

Por todo ello, PMRS exige una respuesta internacional inmediata a las violaciones del derecho humanitario perpetradas por parte de Israel en Gaza; hace un llamamiento a los amigos y socios internacionales, a los cuales agradece el apoyo, el suministro de material y la difusión de la situación, para que condenen públicamente la matanza de los manifestantes palestinos; y reclama que Israel sea responsabilizado a nivel legal de los crímenes que ha cometido según el derecho internacional.

Descarga el informe completo (en inglés)

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