El pasado 19 de septiembre tuvo lugar en Barcelona la charla ‘Tiempo de Paz en Colombia: derechos humanos, justicia y acuerdos de paz’, con la presencia de Húber Ballesteros, dirigente sindical y agrario del Comité Ejecutivo Nacional de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y del movimiento social Marcha Patriótica.
Una charla que se había programado cuatro años atrás, pero que no se había podido celebrar hasta ahora, puesto que Ballesteros ha estado durante tres años y medio encerrado en la prisión de La Picota (Bogotá), acusado de terrorismo y rebelión. “Uno no puede cambiar su manera de ser ni de pensar por mucho que lo encierren” aseguró al inicio de su intervención, durante la cual demostró que efectivamente mantiene las fuerzas intactas en su lucha por conseguir una Colombia diferente.
Ahora como miembro del nuevo partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), donde forma parte de la dirección nacional, junto a otros diez representantes de la sociedad civil.
Ballesteros desgranó la actualidad colombiana desde la óptica de quien entra a participar en el juego electoral y tiene que hacer un ejercicio de adaptación y realismo político. Se mostró convencido de la necesidad de contar con todos los apoyos posibles de quienes se reconocen como “amigos de la paz” para hacer frente a los que pretenden acabar con el proceso. “Los acuerdos de La Habana son los acuerdos de la esperanza”, afirmó.
Explicó que la implementación de los acuerdos supondrá una gran oportunidad para el sector campesino. Tampoco quiso dejar de poner sobre la mesa las amenazas que viven tanto los antiguos guerrilleros y guerrilleras que empiezan a reiniciar su vida como civiles, como los líderes sociales y defensores de derechos humanos. “El paramilitarismo es en estos momentos un problema para los ex-combatientes, pero lo ha sido a lo largo de muchos años para el conjunto del movimiento social”. Su propia hija, presente en el acto, ha tenido que salir temporalmente del país por esta complicada situación.
Este actividad se enmarca dentro de la Campaña por la Paz y la Vida en Colombia, impulsada por diferentes organizaciones internacionales para expresar su preocupación por las dificultades y amenazas contra la implementación de los acuerdos de paz en Colombia y las agresiones contra la seguridad de los líderes sociales y personas defensoras de derechos humanos.
El acto fue organizado por la Associació Catalana per la Pau, la Taula Catalana per la Pau i els Drets Humans a Colòmbia, la Fundació Pau i Solidaritat de CCOO y la Intersindical-CSC.
