La población de Gaza vive una crisis humanitaria crónica causada por un asedio desde hace más de 15 años. La destrucción sistemática de sus infraestructuras y el genocidio hacia su población por parte del gobierno de Israel incumple de forma reiterada el Derecho Internacional Humanitario. Desde principios de octubre de 2023, esta situación se ha agravado provocando una crisis humanitaria sin precedentes con la destrucción masiva en toda la Franja.
Palestina es víctima desde hace más de 70 años de la vulneración sistemática de sus derechos y libertades fundamentales. Son numerosas las resoluciones aprobadas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) e instituciones de la sociedad civil internacional que han denunciado la situación. A pesar de esto, bajo su apariencia de estado democrático, Israel continúa actuando con absoluta impunidad.
La Franja de Gaza -con una población de poco menos de dos millones de habitantes, la mitad de los cuales son niños y niñas, y con una de las densidades de población más altas del mundo-, desde el año 2007, ha sido sometida a un asedio total con un bloqueo por tierra, mar y aire. Desde octubre de 2023, la ofensiva israelí ha impuesto el bloqueo de la entrada de alimentos, combustible y asistencia humanitaria; el corte de electricidad y agua, y ha agravado todavía más las condiciones de las personas que sobreviven.
Además, en Cisjordania se ha incrementado exponencialmente la violencia; las incursiones militares israelíes son casi diarias y los ataques violentos de los colonos en la población palestina aumentan día a día. Las redadas, enfrentamientos, detenciones extrajudiciales, demoliciones de casas y desplazamientos forzados por parte del estado de Israel son constantes. Multitud de carreteras permanecen cortadas, se han aumentado los lugares de control desplegados por el ejército israelí, así como controles militares y el tráfico constante de tropas. Solo durante el último mes de octubre, hay más de 100 víctimas mortales, más de 2.000 heridas y más de 1.200 personas han sido detenidas.
Desde la Associació Catalana per la Pau empezamos a trabajar en Palestina el año 2000; desde entonces hemos interactuado con diferentes asociaciones de la sociedad civil y somos testigo de la ocupación israelí y el genocidio hacia la población palestina por parte del estado de Israel.
Para dar respuesta a esta situación, ponemos en marcha una campaña de solidaridad con la población de Gaza.
Apoyará el trabajo de nuestra entidad socia local Palestinian Medical Relief Society (PMRS), que ofrece atención a las personas gravemente heridas por los ataques de Israel. Con esto, queremos fortalecer las capacidades de los servicios médicos, las equipaciones y los materiales sanitarios necesarios ante la situación de emergencia.