La Associació Catalana per la Pau, a través del ‘Programa Català de Protecció a Defensors i Defensores dels Drets Humans’, acogerá y acompañará durante 6 meses a Czarina Musni, abogada y activista filipina defensora de derechos humanos amenazada a causa de su actividad.
Las políticas del gobierno de Duterte, bajo el pretexto de la llamada ‘guerra contra las drogas’, han institucionalizado las persecuciones a cualquier disidencia y en contra de las poblaciones más empobrecidas y vulnerabilizadas, y también de aquellas personas que las defienden. En julio de 2020, el gobierno adoptó, sin debate parlamentario ni voto, la ‘Ley Antiterrorista de 2020’, que permite catalogar de “terrorismo” a cualquier protesta contra el gobierno, y permite detenciones sin orden judicial.
El trabajo de la abogacía filipina defensora de derechos humanos se encuentra en una situación especialmente crítica. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU documentó al menos 248 casos de defensores y defensoras de derechos humanos, profesionales de la abogacía, periodistas y sindicalistas asesinados en relación con su trabajo entre 2015 y 2019 en Filipinas.
Musni es originaria de la isla de Mindanao, una zona con tierras indígenas, pequeñas propiedades y situaciones de acaparamiento de éstas por el latifundismo e industrias extractivas. Esta isla sufre un conflicto dada la presencia histórica de guerrillas y movimientos armados, y la práctica de abusos cometidos por las fuerzas armadas del país ha sido una constante denunciada por diversas organizaciones de derechos humanos. En este contexto, la abogada y activista centra su trabajo en la defensa de personas vulnerabilizadas y en el derecho a la tierra de la comunidad indígena local, y en contra de las empresas de industrias extractivas, con lo que se enfrenta a grandes intereses que trabajan en total sintonía con el gobierno.
La abogada forma parte de la organización National Union of Peoples’ Lawyers (NUPL), y de su organización afiliada en Mindanao Union Peoples’ Lawyers in Mindanao (UPLM), de la que es secretaria general. Ambas entidades prestan servicios legales gratuitos a las víctimas de violaciones de derechos humanos. Musni también forma parte de Karapatan, una alianza nacional que trabaja para la promoción y la protección de los derechos de los sectores marginados y oprimidos de la sociedad filipina.
Por su trabajo como abogada defensora y su implicación con la comunidad indígena, ha recibido abiertamente amenazas, persecuciones y acoso; y se sitúa en los focos cruzados del ejército, de la policía y de grupos que cometen asesinatos y ejecuciones a sueldo. A raíz de la situación, tuvo que irse del país. En septiembre de 2020, recibió 3 meses de protección internacional en los Países Bajos, a través de la organización Justice and Peace, pero el retorno a Filipinas a finales de diciembre no fue posible a causa de la situación de alto riesgo en la cual aún se encuentran las personas defensoras de derechos humanos en Filipinas, especialmente abogados y abogadas, además de haber recibido amenazas específicas en contra de ella, el día 10 de diciembre (Día internacional de los Derechos Humanos).
Durante estos 6 meses, Czarina Musni llevará a cabo actividades de sensibilización e incidencia en el territorio catalán, para informar sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos en Filipinas.
El Programa Català de Protecció a Defensors i Defensores dels Drets Humans es una iniciativa impulsada por la Agència Catalana de Cooperació al Desenvolupament, con la coordinación de la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat y la colaboración del Ajuntament de Sant Cugat. El principal objetivo del Programa es ofrecer protección a personas defensoras de los derechos humanos que se encuentran en situación de riesgo a causa del trabajo que desarrollan de manera pacífica.
Además, Musni también participará en la edición de este año de Ciutats Defensores dels Drets Humans, un proyecto coordinado por el Fons Català de Cooperació al Desenvolupament y gestionado por la Comissió Catalana d’Ajuda al Refugiat que promueve y defiende los derechos humanos a escala local y global.
¡Bienvendia, Czarina!
