Texto: Associació Catalana per la Pau / Fotografías: Étoile du Sud
Si la epidemia de la COVID-19 ha puesto en serias dificultades a países como China, Italia o España, a los países del Sur les toca hacerle frente en unas circunstancias realmente precarias. A las difíciles condiciones de vida de la población, que mayoritariamente no tiene garantizado el acceso a los servicios básicos, hay que sumar la debilidad de sus sistemas de salud y, demasiado a menudo, unas débiles instituciones e infraestructuras del Estado.
El caso del continente africano es especialmente preocupante. Engloba a 31 de los países con el índice de desarrollo más bajo del mundo y, entre estos, 10 son los más empobrecidos. Según un informe reciente de la Unión Africana, la pandemia podría provocar la destrucción de 20 millones de puestos de trabajo, tanto formales como informales.
Muchos países africanos llevan años enfrentando epidemias de enfermedades infecciosas como el cólera, el sarampión, la malaria o el Ébola; en algunos de estos países, se han ensayado ya diferentes estrategias para combatir a estas dolencias.
Es el caso de la República Democrática del Congo, donde a lo largo del último año y medio la población ha sufrido el peor brote de Ébola de la historia del país y el segundo más importante a nivel mundial. Después de 2.264 muertes confirmadas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el pasado 3 de marzo el alta médica de la última paciente diagnosticada, con lo cual el próximo 13 de abril (una vez pasados los 42 días preceptivos que conforman dos ciclos enteros de contagio) está prevista la declaración oficial del país como libre de la enfermedad.
Durante este tiempo, la región de Kivu Norte ha sido la más duramente afectada. Desde la Associació Catalana per la Pau, con el apoyo del Fons Català de Cooperació al Desenvolupament, iniciamos en verano de 2019 un proyecto piloto de emergencia en la zona para implicar a la población en la prevención de la enfermedad. La acción es posible gracias a la labor desarrollada por nuestra organización socia local, Étoile du Sud, que trabaja desde hace más de una década en la implementación de comités de salud popular que fomentan la autoorganización de la población para el acceso al Derecho a la Salud.
Este proyecto ha tenido continuidad con un programa de dos años, que cuenta con el apoyo de los ayuntamientos de Barcelona, Manresa y Santa Coloma de Gramenet, y que además de potenciar esta autoorganización, cuenta con equipos médicos móviles para atender a las comunidades con mayores dificultades en el acceso a los servicios sanitarios.
El proyecto se lleva a cabo en las ciudades de Beni y Butembo y en el territorio de Beni bajo una premisa básica: conseguir la implicación de la población en la lucha contra la epidemia, mediante el refuerzo de las organizaciones de base por el Derecho a la Salud de los barrios, pueblos y comunidades. De este modo, se quiere contribuir también a un elemento clave: facilitar la intervención del personal humanitario y sanitario, que no siempre es bienvenido dado que su trabajo acostumbra a generar incomprensión y suspicacias entre la población local.
La participación comunitaria (a través de las llamadas células de animación comunitaria) ha permitido, en este sentido, sensibilizar sobre las medidas de prevención, educando a la población en cuestiones sanitarias generales (como la importancia de la higiene de manos), y avanzar en la detección de posibles enfermedades.
A través de tres equipos clínicos móviles (un todoterreno y dos motos), un equipo voluntario de profesionales de la salud se desplaza periódicamente a los diferentes barrios y pueblos, junto con los integrantes de los comités de salud popular. La población es informada y formada para que adopte las medidas necesarias para protegerse contra la multitud de enfermedades presentes en la región. Paralelamente, también se presta atención sanitaria de proximidad.
El reto de la COVID-19
Toda esta experiencia acumulada con el Ébola tendría que ser ahora de utilidad ante la nueva amenaza que representa la COVID-19. Uno de los ejes vertebradores del proyecto es, precisamente, dotar cualquier acción de una visión de continuum, para reforzar las organizaciones de base y comunales y prepararlas para la vigilancia permanente y la acción inmediata, siempre en coordinación con los servicios de salud y otras ONG y agencias internacionales, y para el seguimiento de la salubridad y la higiene del entorno.
El desafío que presenta el nuevo coronavirus es muy alto. A pesar de que la tasa de letalidad del Ébola es más elevada, este es mucho más contagioso, puesto que no requiere de un contacto tan próximo para transmitirse de persona a persona. Al igual que está pasando en el resto del mundo, en pocas semanas el número de contagios se ha incrementado en la República Democrática del Congo muy rápidamente.
Desde Étoile du Sud nos explican que a pesar del confinamiento y del cierre de fronteras decretados por las autoridades, el panorama es bastante inquietante. “El Gobierno no podrá proporcionar alimento a toda la población confinada. Una población que vive con muchas dificultades y que está viendo como su poder adquisitivo se debilita todavía más”, explica Erick Kambale, presidente de la organización.
Uno de los principales inconvenientes reside en el gran número de personas que viven amontonadas en espacios reducidos (la capital, Kinshasa, reúne a unos 12 millones de habitantes, la mayoría en condiciones muy precarias) y que trabajan en los sectores de la economía no formal.
En este contexto, desde la Associació Catalana per la Pau queremos reafirmar nuestro apoyo a Étoile du Sud en su lucha contra las enfermedades infecciosas, desde este momento centrada en la COVID-19, y en toda su labor de defensa del Derecho a la Salud, siempre fundamentada en la estrategia SOM (Sensibilización, Organización y Movilización).
Para ello estamos trabajando conjuntamente para adaptar las actividades del proyecto a la nueva situación, al tiempo que ponemos en marcha una campaña de sensibilización y captación de fondos dirigida a concienciar y movilizar a la ciudadanía catalana. ¿Quieres colaborar?
