Ya hace más de diez años que la Associació Catalana per la Pau apuesta por la cultura como una herramienta transformadora, que puede contribuir a la construcción de una ciudadanía comprometida con la paz y la defensa de los derechos humanos.

El lenguaje artístico tiene la potencialidad de promocionar narrativas a favor de la paz, y por este motivo, continuamos impulsando proyectos que reivindiquen los derechos culturales como derechos humanos. Mediante la cultura, denunciamos las vulneraciones de derechos que sufren poblaciones de diferentes países, y reivindicamos la igualdad de las personas, el respeto y el entendimiento entre pueblos.

En este contexto y en el marco del proyecto ‘Hacia una Justicia cultural: coherencia de políticas públicas culturales’, publicamos dos informes: Cultura i drets humans y Aproximación a la política cultural cubana.

Cultura i drets humans es un informe escrito por Ricard Conesa y Andrea Carrera, impulsado por la Associació Catalana per la Pau y la Fundació Solidaritat UB, y con el apoyo del Ajuntament de Barcelona.

El objetivo del informe es proporcionar, a los actores políticos, elementos técnicos para incluir los derechos humanos en las políticas públicas culturales. El documento recoge los conocimientos del sector cultural hacia los derechos humanos y detalla de qué manera participan el sector cultural y el de derechos humanos en los mecanismos de reflexión y gobernanza de las ciudades. Además, en el informe también se incluye un inventario de buenas prácticas, que servirá como catalizador de las acciones de transferencia de conocimientos.

Aproximación a la política cultural cubana es un informe escrito por Claudia González Andricaín, con la coordinación de la Associació Catalana per la Pau y el apoyo del Ajuntament de Barcelona.

El informe expone la cultura como uno de los objetivos fundamentales desde los cuales trazar las políticas públicas en el caso concreto de Cuba. Subraya la necesidad de democratizarla para garantizar que la gran masa social participe en la actividad cultural de cada territorio, y pone especial énfasis en la necesidad de impulsar la participación activa de la clase trabajadora, estudiantes y el sector campesino en la cultura.

Desde la Associació Catalana per la Pau continuamos trabajando para reivindicar los derechos culturales como derechos humanos. Seguiremos intensificando nuestras colaboraciones y sinergias con el sector cultural, porque pensamos que es un excelente medio para sensibilizar la sociedad en temas de derechos humanos y solidaridad.